Según investigaciones recientes, un elemento común en nuestras despensas está demostrando ser una pieza clave en la lucha contra el envejecimiento y la promoción de la salud.
Este valioso ingrediente es nada menos que el aceite de oliva. Antioxidante por naturaleza, el aceite de oliva, particularmente en su forma virgen, es un defensor del corazón y un arma eficaz contra diversas enfermedades.
¿Por qué es importante el Aceite de Oliva?
Un estudio llevado a cabo por la reconocida Universidad de Harvard, utilizando una muestra de más de 90,000 estadounidenses durante tres décadas, arrojó resultados sorprendentes.
Los resultados concluyeron que el consumo regular de aceite de oliva, específicamente en cantidades superiores a 7 gramos diarios, puede disminuir el riesgo de muerte prematura en un 19%.
Esto es válido para una amplia gama de causas, incluyendo enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios, cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
Aceite de Oliva Virgen: El Guardián de la Vida
Aunque todos los tipos de aceite de oliva son beneficiosos, el verdadero héroe es el aceite de oliva virgen.
Se obtiene de la aceituna exclusivamente por medios mecánicos, sin utilizar disolventes químicos. Esto le permite conservar no sólo su alto contenido de ácido oleico saludable, sino también vitamina E y polifenoles, todos conocidos por sus propiedades antioxidantes.

Los Secretos de la Salud y la Longevidad en el Aceite de Oliva
El aceite de oliva virgen es una fuente rica de compuestos como la oleuropeína, el hidroxitirosol y el tirosol, que son poderosos antioxidantes. Estos compuestos luchan contra los radicales libres en nuestro cuerpo, protegiendo nuestras células del daño y previniendo el envejecimiento prematuro.
Beneficios Cardíacos del Aceite de Oliva
Además, el aceite de oliva es conocido por su capacidad para reducir los niveles de colesterol LDL y los triglicéridos en nuestro cuerpo, mejorando nuestra salud cardiovascular.
El consumo regular de al menos una cucharada al día puede combatir la inflamación que afecta a nuestros vasos sanguíneos, reduciendo el riesgo de enfermedades como la arteriosclerosis. También se ha asociado con una menor incidencia de hipertensión, obesidad y diabetes.
El Papel del Aceite de Oliva en la Salud Digestiva
Además de sus beneficios para el corazón, el aceite de oliva también es beneficioso para nuestro sistema digestivo. Es la grasa más fácilmente tolerada por nuestro sistema digestivo y puede ayudar a aliviar afecciones como el reflujo esofágico y el estreñimiento.
Las Propiedades Antiinflamatorias del Aceite de Oliva
Además de los beneficios antes mencionados, el aceite de oliva virgen también ha demostrado tener propiedades antiinflamatorias significativas.
Estas propiedades pueden ser especialmente beneficiosas en enfermedades autoinmunes como la enfermedad inflamatoria intestinal, la artritis reumatoide y la esclerosis.
Aromatización y marinaje
El aceite de oliva es un acompañante perfecto para distintos tipos de alimentos, gracias a sus características organolépticas.
Además de los consejos del chef Santi Ávalos para usarlo de forma adecuada, es importante destacar que también se puede aromatizar para potenciar el sabor de las comidas.

Aromatizar el aceite de oliva es un proceso sencillo que puede aportar un toque adicional de sabor a tus platos. Solo debes añadir las hierbas o ingredientes que desees a una botella de aceite de oliva, y dejarlos reposar durante unas tres semanas en un lugar cálido.
Después, cuela el aceite y guárdalo en un lugar fresco y oscuro para conservar su aroma y sabor. Entre las posibles combinaciones puedes encontrar el aceite de oliva con romero, albahaca, ajo o incluso con un toque picante añadiendo chiles.
Comprender calidad: Aceite Virgen y Virgen Extra
Es importante recalcar que no todos los aceites de oliva son iguales. Los que son etiquetados como «virgen» o «virgen extra» son de la mayor calidad, ya que son producidos solo a través de medios mecánicos, sin usar disolventes químicos.
La diferencia entre estos dos radica en el nivel de acidez y en las cualidades organolépticas, siendo el virgen extra el de mayor calidad.
El aceite de oliva virgen extra debe tener una acidez inferior al 0,8% y cumplir con ciertos estándares en la cata, mientras que el virgen puede llegar hasta el 2% de acidez y sus características organolépticas son ligeramente inferiores.
Conservación del aceite de oliva
Es fundamental la correcta conservación del aceite de oliva para mantener intactas sus propiedades nutricionales y organolépticas. Para ello, debes protegerlo de la luz, el aire y el calor. Los cambios de temperatura pueden degradar el aceite y hacer que pierda sus cualidades.
Guarda el aceite en una botella de cristal verde o marrón oscuro y en un lugar fresco, a una temperatura de unos 15ºC. Nunca lo dejes al sol ni cerca de fuentes de calor como la estufa o el horno. Y recuerda siempre taparlo después de cada uso para evitar la oxidación.
Como menciona Santi Ávalos, un chef especializado en cocina vegetariana y saludable, el aceite de oliva virgen, con su sabor afrutado y matiz picante, es un excelente condimento para las ensaladas y un aditivo ideal para cocinar.
Sin embargo, es importante recordar que el aceite de oliva virgen se degrada a altas temperaturas, por lo que es mejor utilizarlo en crudo o a bajas temperaturas para mantener sus beneficios nutricionales.
Finalmente, es crucial almacenar el aceite de oliva correctamente para mantener su calidad nutricional. Debe guardarse en un lugar fresco y oscuro, lejos de la luz y el calor, para preservar sus propiedades antioxidantes y sabor.
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